Este año, la voz que anunciará
corresponde a un almeriense de Albox, que ha sabido sembrar y mantener en
Sevilla la devoción a la Virgen del Mar. Antonio Rodríguez Mármol lleva mucho
tiempo pregonando con su ejemplo, su dedicación al trabajo y la familia esa
entrega absoluta a los bienes que Dios concede que él resume en una mujer virtuosa,
María Dolores, sus seis hijos y sus veinticuatro nietos.
Cuando Antonio llegó a Sevilla, Almería quedaba
muy lejos entonces (ahora un poco menos), y su padre, cofrade y hasta miembro
de la Junta de la sevillana (o trianera) cofradía de la Estrella, sintiendo muy
distantes su tierra y la devoción mariana, representada en la Patrona de la
capital almeriense, se embarca en el ilusionante proyecto de fundar la que
entonces sería la primera hermandad filial de la Virgen del Mar en Sevilla,
cuya constitución tuvo lugar en 1956 en la Iglesia de la Misericordia.
Rápidamente llegaron las
responsabilidades, y Antonio, como diremos después, supo acoger prontamente la
máxima responsabilidad de ser su Hermano Mayor, cargo que, al cesar en él don
Salvador Rus López, viene ostentando desde 1972 hasta ahora, cuando,
constituida una Junta Reorganizadora, espera a la aprobación de nuevas Reglas
para ser reelegido en el cargo en el que es, por ahora, el Hermano Mayor que
lleva más tiempo dirigiendo los destinos de una hermandad. No ha faltado un
solo año a las fiestas de Agosto, trayendo la devoción de la tierra de María
hasta el litoral mediterráneo del chaflán más hermoso que tiene España en su
mapa.
La ciudad hispalense acogió bien a los almerienses
y su espíritu Índalo, capaz de abarcar el cielo entre sus brazos, favoreciendo
la creación de la Casa de Almería, de la que Rodríguez Mármol
fue miembro fundador y primer Presidente. Primero entre los almerienses,
durante toda su vida profesional fue referente para cualquier gestión especial
que los oriundos de la tierra de San Indalecio tuvieran que realizar en
Sevilla. Así ocurrió cuando los rocieros almerienses encargaron su Simpecado,
colaborando en la firma del contrato ante el taller de Marmolejo.
Esta relación hizo posible que desde
entonces, cada segundo sábado de noviembre, la Hermandad del Rocío de Almería
visite en Sevilla a la Virgen del Mar, titular de nuestra Hermandad, quedando
en nuestro recuerdo los dos besamanos instalados con motivo de esta visita y,
muy especialmente, la emocionante entrada en el templo del Simpecado para
celebrar gozosamente el XXV Aniversario de la corporación rociera de Almería,
cuyo Pregón pronunció Rodríguez Mármol en el año 2003, glosando las vivencias que
le han proporcionado, entre otras muchas cosas, acompañarles en esta
peregrinación de noviembre todos los años hasta las plantas de la Blanca Paloma.
No ha cejado en su empeño de pregonar a
la Virgen del Mar con su ejemplo, con su vida, con su amistad, con su
generosidad y con su manera de ser, que engloba todo esto y anuda, como con
verde cordón de nuestra medalla, un racimo de cosas buenas que disfruta todo
aquel que se goza de su saludo, su cortesía, su amistad y su caballerosidad
permanente.
Una buena elección, un buen pregonero.
Almería, escucha la voz que te trae el amor a la Virgen del Mar entre sus
palabras.
