Hace sólo una
semana era viernes de visitar capillas. Los besamanos, vía Crucis y
veneraciones se repetían en cualquier punto de Almería y ninguno se resistía a
no ser visitado por los cofrades que con ilusión y entusiasmo se veían
envueltos un año más en la semana más intensa y por ello más corta del año.
Siete días
después y abrazando con furia el último viernes grande del año, el cansancio se
deja notar en el rostro de quienes han vivido con pasión cada uno de estos días
queriendo buscar aquellos momentos estelares que ayudan a recordar lo mejor de
esta nueva primavera en las calles.
Es día importante
para los que nos sentimos cristianos. Año tras año el Viernes Santo nos prepara
para afrontar la desgarradora cara de la muerte bajo la Esperanza de una resurrección
futura, pilar fundamental de nuestra fe en Cristo. Y así lo vivimos todos.
Igual que hiciéramos
hace una semana, es mañana de visitar templos, capillas, conventos, compartir
algún instante entre hermanos, acudir a la cita del presente día y como no,
cerrar la última noche cofrade del año entre los cantos de saeta entre los que
querremos detener, para evitar que se nos escape, el adiós de Soledad a las
puertas de Santiago.
Es momento para
sentirse satisfecho, para analizar una Semana Santa que crece cada año al ritmo
que lo hace su ciudad, ser conscientes del seguimiento popular alcanzado por lo
que hace décadas eran sueños de adolescentes materializados hoy en una realidad
reconocida a nivel nacional por su reclamo.
La Semana Santa
2012 podrá ser recordada por ejemplo porque Prendimiento se recogió por primera
vez en su capilla, Estudiantes hacía una búsqueda de sí misma en su pasado,
Perdón recuperaba un itinerario perdido hace 3 décadas o porque por fin un
Jueves Santo conseguíamos terminarlo sin darle al tiempo un protagonismo más
allá del inquilino viento que cada primavera nos visita en nuestra ciudad.
Todos ellos serán
aspectos destacables de esta Semana Santa que se despide aunque sin lugar a
duda, el 2012 será recordado por todos como el año cofrade en el que las
Hermandades y Cofradías desfilaron “hacia donde quisieron” entre la confusión
de algunos que nunca llegaron a enterarse de la película o la intención de
otros de que los primeros jamás la entendieran.
En cualquier caso
lo vivido debe quedarse en mera anécdota, o así me gustaría recordarlo, pues
sea catedral o paseo, debe ser tarea de todos, especialmente Hermanos Mayores,
lograr el acuerdo que satisfaga los anhelos de la mayoría y siendo en un punto
o en otro recoger el paso de la totalidad de las cofradías.
Es momento de
reflexión, análisis y evaluación pues lo indicado no es tarea sencilla. Es
momento de volver a trabajar, en una dirección u otra, sobre algo que ya no es
un proyecto sino una realidad siendo conscientes siempre y sin despistarnos de
ese gran reloj en el que se convierten las fechas en el calendario, tenemos
para ello hasta el próximo 24 de marzo.
Viki Ortiz Sánchez
06 de abril de 2012, Diario de Almería
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