La misa estacional presidida por el Obispo Adolfo González a quien le acompañaba una amplia representación del Cabildo Catedralicio, tras la cual se realizo la procesión por las calles del casco antiguo- mismo itinerario que cuando se celebra la procesión con el pendón de la reconquista en Diciembre- con la venerada imagen del Santo Patrón San Indalecio.
Aun siendo el patrón de la Ciudad, poca ha sido la repercusión que ha tenido, se comentaba en la plaza de la Catedral lo olvidado y poco reconocido que esta la imagen del patrón de la Ciudad, incluso fueron muchos los ciudadanos que preguntaban al paso que se estaba celebrando, pero en fin estas son las cosas que pasan aquí, ni un solo cartel, ni díctico, que haya anunciado los cultos religiosos, si le hemos visto en los panfletos de la Feria del Caballo, habrá que ir pensando en darle una solución, para que el olvidado patrón recupere como debe de ser el protagonismo de una fiesta en decadencia.
En su homilía el Obispo destaco la festividad que la Iglesia celebra este domingo en concreto la Santísima Trinidad, es la llegada del espíritu santo, que entrelazo con la fe que se ha ido transmitiendo desde que San Indalecio primer obispo de Almería, en el discurrir del tiempo se ha ido acrecentando.
Minutos antes de las una del mediodía concluyo la celebración litúrgica, para iniciarse el cortejo con la cruz parroquial y representación de las distintas hermandades y cofradías de la Ciudad, que portaban estandartes corporativos y amplia representación de hermanos de sus juntas de gobierno – si no fuera por la presencia de las hermandades, pocos fueron los ciudadanos que se acercaron a ver en el recorrido por el casco antiguo a la imagen del patrón San Indalecio, que iba revestido con capa, cetro y vara de obispo en un trono sencillo de alpaca, con un arreglo floral de gladiolos rojos en las esquinas y a los pies de la mesa claveles rojos, eran seminaristas procedentes del seminario San Indalecio quien en los laterales empujaban el trono, delante del mismo amplia representación de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, con los hermanos mayores de las distintas hermandades-notables ausencias- y su presidente José Antonio Sánchez Santander, tras el paso representación del cabildo y canónigos revestidos de capa en tonalidad roja- es el color del tiempo de Pentecostés- y el Obispo Adolfo González Montes, con mitra y báculo, daba paso a la representación del Ayuntamiento encabezada por el Alcalde Luís Rogelio Rodríguez Comendador y amplia representación de concejales, tras los cuales escuchábamos los sones que durante el itinerario interpreto la Banda de Música de San Indalecio de la Cañada, por cierto que llego prácticamente cuando el santo estaba situado en la plaza de la catedral- una descoordinación de horarios- siendo la primera marcha que interpreto Virgen de los Estudiantes.
Algo menos de un millar de fieles se congregaron en el itinerario, con alta temperatura a esas horas del mediodía y cuyo recorrido no sobre pasó los treinta minutos, con un sol radiante, tras lo cual regreso a la Catedral, entrando en el templo instantes después de las una y treinta, tributándoles los presentes aplausos tras sonar la marcha real.
Hemos corroborado en algunos casos el desconocimiento de la festividad y la poca o nula publicidad que se realiza de la efemérides que se celebra, seria interesante que se organizase una hermandad alrededor del patrón para fomentar la devoción al mismo y que solo se mantiene viva por la presencia numerosa de las Hermandades.
Juan R. Aguilera Martínez
Aun siendo el patrón de la Ciudad, poca ha sido la repercusión que ha tenido, se comentaba en la plaza de la Catedral lo olvidado y poco reconocido que esta la imagen del patrón de la Ciudad, incluso fueron muchos los ciudadanos que preguntaban al paso que se estaba celebrando, pero en fin estas son las cosas que pasan aquí, ni un solo cartel, ni díctico, que haya anunciado los cultos religiosos, si le hemos visto en los panfletos de la Feria del Caballo, habrá que ir pensando en darle una solución, para que el olvidado patrón recupere como debe de ser el protagonismo de una fiesta en decadencia.
En su homilía el Obispo destaco la festividad que la Iglesia celebra este domingo en concreto la Santísima Trinidad, es la llegada del espíritu santo, que entrelazo con la fe que se ha ido transmitiendo desde que San Indalecio primer obispo de Almería, en el discurrir del tiempo se ha ido acrecentando.
Minutos antes de las una del mediodía concluyo la celebración litúrgica, para iniciarse el cortejo con la cruz parroquial y representación de las distintas hermandades y cofradías de la Ciudad, que portaban estandartes corporativos y amplia representación de hermanos de sus juntas de gobierno – si no fuera por la presencia de las hermandades, pocos fueron los ciudadanos que se acercaron a ver en el recorrido por el casco antiguo a la imagen del patrón San Indalecio, que iba revestido con capa, cetro y vara de obispo en un trono sencillo de alpaca, con un arreglo floral de gladiolos rojos en las esquinas y a los pies de la mesa claveles rojos, eran seminaristas procedentes del seminario San Indalecio quien en los laterales empujaban el trono, delante del mismo amplia representación de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, con los hermanos mayores de las distintas hermandades-notables ausencias- y su presidente José Antonio Sánchez Santander, tras el paso representación del cabildo y canónigos revestidos de capa en tonalidad roja- es el color del tiempo de Pentecostés- y el Obispo Adolfo González Montes, con mitra y báculo, daba paso a la representación del Ayuntamiento encabezada por el Alcalde Luís Rogelio Rodríguez Comendador y amplia representación de concejales, tras los cuales escuchábamos los sones que durante el itinerario interpreto la Banda de Música de San Indalecio de la Cañada, por cierto que llego prácticamente cuando el santo estaba situado en la plaza de la catedral- una descoordinación de horarios- siendo la primera marcha que interpreto Virgen de los Estudiantes.
Algo menos de un millar de fieles se congregaron en el itinerario, con alta temperatura a esas horas del mediodía y cuyo recorrido no sobre pasó los treinta minutos, con un sol radiante, tras lo cual regreso a la Catedral, entrando en el templo instantes después de las una y treinta, tributándoles los presentes aplausos tras sonar la marcha real.
Hemos corroborado en algunos casos el desconocimiento de la festividad y la poca o nula publicidad que se realiza de la efemérides que se celebra, seria interesante que se organizase una hermandad alrededor del patrón para fomentar la devoción al mismo y que solo se mantiene viva por la presencia numerosa de las Hermandades.
Juan R. Aguilera Martínez
Las fotografías son obra de Guillermo Méndez Sánchez a quien, desde aquí agradecemos el detalle de enviarlas a nuestra dirección, así como sus palabras.
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